martes, 23 de noviembre de 2010

EL DAVID

Tiene el cabello negro y corto, con algunas ondulaciones en las puntas. No importa que época del año sea, siempre huele a frutas. Con unas patillas, adornando sus pómulos, que  llegan hasta la  terminación de sus mejillas, un estilo europeo que volvería loca a cualquier muchacha. El manto que cubre su carne es del color de la miel, en la zona del rostro es emboscada por millones de lunarcitos del tamaño de un granito de arena, pero lo mas atractivo de esta piel, es el tejido cicatrizado que siempre me hizo verlo como si fuera un héroe de guerra. Esas dos cicatrices: una situada encima de un ojo, que  desaparece en el cuero cabelludo y otra, gusto debajo de su gruesa boca, en la barbilla; hacen que se vea tan masculino, despertando el interés a través del origen de esas cicatrices; porque se asemeja a uno de esos caballeros que, luego de haber batallado, se dirige hacia su doncella, con rostro demacrado, reclamando su premio: el amor de esa joven. Por eso atrae tanto a las mujeres tus cicatrices David, porque te visualizamos como ese caballero que lucha por nuestro amor.
En la cima de este rostro, se encuentran dos Ónix. Que le otorgan la visión a esta obra maestra. Acompañada por unas pestañas negras y gruesas, de estructura recta, para que le den una mirada triste que evoca ternura. Fíjate, al mirarlo, dan ganas de tener a ese hombre, ¿no? Por eso el truco de las pestañas.  
Bajando aún mas, se encuentra tu esbelto cuello, donde en la parte de debajo de las orejas, en ese rinconcito oscuro, tienes un olor a primavera increíblemente erótico. Descendamos, descendamos aún más por este cuerpo, ¿Qué más hay? Bueno, viene su prominente pecho varonil, que sobresale de una manera tan sensual, porque en el medio de sus pectorales, el esternón esta hundido perfectamente, ni mucho (como para que le de forma femenina), ni poco (como para crear un cuerpo infante). Luego, le sigue el abdomen. Extremadamente delgado, lo que lleva a que el pecho se vea aun más salido, se observa que en su ombligo hasta el sexo, no posee ningún vello repulsivo que opaque su  suave tez. Por debajo, están esas musculosas y curvilíneas piernas, apreciadas más en un atleta, tú las tienes no para correr si no para que las admiremos, preciosa escultura. Eres el sueño de toda mujer.  
Realmente se esforzó Miguel Ángel con esta escultura. Tú padre es un muy buen artista, al engendrarte a ti, tan perfecto y con su mismo nombre. Sé que en algún lugar del Cielo, él te llora orgulloso, porque saliste grande y vales oro, por eso cuesta tanto esta obra maestra, que eres tú.

En esta foto: "El David", de Miguel Ángel
( Aunque al de carne y hueso lo poseo yo)

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